Es muy fácil encontrar cosas que nos son indispensables: el Sol, el agua, el aire... Igual de fácil es no darnos cuenta de lo mucho que las necesitamos. Siempre están ahí, al alcance, gratuitas, generosas, discretas... Estaría bien poder tener un momento de agradecimiento, que no parezca que no valoramos lo que les debemos. Un momento para recordarnos su importancia, y hacèrsela ver a los demás. Los abuelos son así también. Siempre cercanos, siempre dándolo todo, recordando lo que nadie recuerda, llegando a donde nadie llega, amando hasta el extremo... Toda su vida ha sido entrega, y ahora, lo sigue siendo. Se merecen un momento especial. Un reconocimiento. Y a ello fuimos. |